Texto Base:
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” (Mateo 6:33, RVR1960)
I. Contexto del Pasaje: Prioridades del Reino (Mateo 6:25-34)
Antes de llegar al versículo clave, Jesús establece el contraste entre la preocupación terrenal y la confianza en Dios. En este contexto, Él habla de la ansiedad por las necesidades básicas como el alimento, la bebida y el vestido. Jesús desafía a sus oyentes a depender de la provisión divina. En lugar de enfocarnos en estas necesidades temporales, somos llamados a poner nuestras prioridades en las cosas eternas.
- Las preocupaciones terrenales: Jesús menciona que las naciones (los gentiles) buscan estas cosas, pero como hijos de Dios, debemos vivir de manera diferente.
- La provisión de Dios: Jesús utiliza ejemplos simples, como las aves del cielo y los lirios del campo, para mostrar cómo Dios cuida de Su creación. Si Él provee para lo menos, ¿cuánto más para nosotros, sus hijos?
- El llamado a confiar: Este contexto nos invita a vivir en fe, entendiendo que el enfoque en lo terrenal nos aleja de la misión divina.
- Implicación práctica: Buscar el Reino de Dios primero significa dejar de lado la obsesión por las preocupaciones diarias y confiar en que Dios proveerá mientras nos enfocamos en Sus propósitos.
Jesús nos llama a elevar nuestra mirada por encima de las preocupaciones inmediatas y dirigirla hacia las cosas eternas. En este punto, se introduce el concepto central del Reino de Dios, que será explicado a lo largo de este bosquejo.
II. ¿Qué es el Reino de Dios? (Definición y Perspectiva Bíblica)
El Reino de Dios no es un lugar físico, sino el gobierno de Dios sobre la vida de los creyentes y el mundo. En el Nuevo Testamento, este concepto abarca tanto el presente como el futuro.
- Aspecto presente: Jesús dice que el Reino de Dios ya está entre nosotros (Lucas 17:21). Esto implica que, al aceptar a Cristo, entramos en Su reino y nos sometemos a Su autoridad.
- Aspecto futuro: El Reino de Dios también tiene una dimensión futura, donde Dios establecerá Su reinado eterno en el cielo nuevo y la tierra nueva (Apocalipsis 21:1-4).
- Valores del Reino: Este reino no opera bajo los estándares humanos, sino bajo valores celestiales como la justicia, el amor, la misericordia y la verdad (Romanos 14:17).
- Implicación para el creyente: Buscar el Reino de Dios significa alinearnos con Su voluntad, permitir que Su gobierno reine en nuestras vidas, y trabajar activamente para que más personas lo conozcan.
El Reino de Dios es el corazón del evangelio y nos llama a vivir como ciudadanos celestiales en un mundo terrenal. Nuestra prioridad no debe ser acumular riquezas o fama, sino vivir bajo los principios del Reino que glorifican a Dios.
III. ¿Qué Significa Buscar la Justicia de Dios? (Transformación Personal)
La segunda parte del versículo, “y su justicia,” nos da una tarea concreta: buscar la justicia de Dios. Esto no es una justicia basada en nuestras obras, sino la que proviene de una relación correcta con Él.
- Justicia imputada: A través de Cristo, somos justificados delante de Dios (Romanos 3:22-24). Esta justicia es un regalo, no algo que podamos ganar.
- Justicia práctica: Vivir conforme a la justicia de Dios implica reflejar Su carácter en nuestras acciones diarias. Esto incluye ser honestos, justos y misericordiosos.
- Relación con la santidad: Buscar la justicia de Dios es un llamado a la santidad. Como dice 1 Pedro 1:16, “Sed santos, porque yo soy santo.”
- Testimonio para el mundo: Cuando vivimos de acuerdo con la justicia de Dios, nuestras vidas se convierten en un testimonio vivo de Su Reino. Las personas verán a Dios reflejado en nuestras palabras y acciones.
Buscar la justicia de Dios requiere una transformación del corazón que se manifiesta en nuestra manera de vivir. Este esfuerzo no es para ganar la salvación, sino para honrar a Dios y atraer a otros hacia Él.
IV. Las Prioridades Correctas: Primeramente el Reino
El uso de la palabra “primeramente” en el texto es clave. Este término señala que buscar el Reino de Dios debe ser nuestra prioridad número uno, por encima de todas las demás cosas.
- Enfoque en lo eterno: Las prioridades terrenales son temporales, pero las del Reino tienen un impacto eterno (2 Corintios 4:18).
- La lucha con las distracciones: En nuestra vida diaria, las demandas laborales, familiares y sociales pueden desviar nuestra atención del Reino. Jesús nos llama a mantener el enfoque en lo que realmente importa.
- Aplicaciones prácticas:
- Tiempo devocional: Dedicar tiempo diario para buscar a Dios en oración y Su Palabra.
- Servicio: Invertir nuestro tiempo y recursos en la obra de Dios, ya sea en la iglesia o en la comunidad.
- Evangelismo: Compartir las buenas nuevas del Reino con aquellos que aún no lo conocen.
- El modelo de Jesús: Él siempre puso el Reino en primer lugar, incluso ante la oposición y el sacrificio.
Hacer del Reino de Dios nuestra prioridad implica una reestructuración total de nuestras vidas. Es un llamado a vivir con intencionalidad, alineando cada decisión con los propósitos de Dios.
V. La Promesa de la Provisión Divina: “Y Todas Estas Cosas os Serán Añadidas”
La segunda parte de Mateo 6:33 contiene una promesa: cuando buscamos el Reino de Dios y Su justicia, Él se encarga de nuestras necesidades.
- La fidelidad de Dios: En toda la Escritura, vemos ejemplos de cómo Dios provee para Sus hijos. Desde el maná en el desierto (Éxodo 16) hasta las palabras de Pablo en Filipenses 4:19, la Biblia testifica que Dios es fiel en cuidar de nosotros.
- El principio de prioridad: Cuando ponemos a Dios en primer lugar, experimentamos Su provisión de manera sobrenatural. Esto no significa que siempre obtendremos lo que queremos, pero sí lo que necesitamos.
- Confianza frente a la ansiedad: Jesús nos anima a no preocuparnos, recordándonos que Dios conoce nuestras necesidades antes de que las pidamos (Mateo 6:8).
- Testimonio de fe: Al confiar en Dios para nuestras provisiones, demostramos nuestra fe en Su poder y amor. Esto no solo edifica nuestra fe, sino que también impacta a los demás.
La promesa de Mateo 6:33 nos asegura que cuando buscamos el Reino de Dios, podemos descansar en Su provisión. Esta confianza nos libera de la ansiedad y nos permite enfocarnos plenamente en Su obra.
VI. Aplicaciones Prácticas: Viviendo el Mandato de Mateo 6:33
Para aplicar este pasaje a nuestra vida, necesitamos evaluar nuestras prioridades y tomar decisiones conscientes que reflejen nuestra búsqueda del Reino de Dios.
Evaluar nuestras prioridades:
- ¿Dónde invertimos nuestro tiempo, dinero y energía?
- ¿Nuestras decisiones reflejan un enfoque en lo eterno o en lo temporal?
Establecer un tiempo diario con Dios:
- La oración y el estudio de la Biblia son esenciales para mantenernos enfocados en el Reino.
- Al comenzar el día con Dios, demostramos que Él es nuestra prioridad.
Invertir en el Reino:
- Participar activamente en la obra de la iglesia y el servicio a los demás.
- Apoyar financieramente los proyectos que expanden el Reino de Dios.
Compartir el evangelio:
- Vivir como embajadores del Reino, compartiendo la esperanza que tenemos en Cristo.
Vivir en fe:
- Confiar en que Dios proveerá mientras buscamos Su Reino.
Aplicar Mateo 6:33 implica un cambio profundo en cómo vivimos. Es un llamado a vivir con intencionalidad, enfocándonos en lo que tiene un impacto eterno y confiando plenamente en la provisión de Dios.
Este bosquejo no solo nos invita a reflexionar, sino también a actuar, buscando primeramente el Reino de Dios y Su justicia en todas las áreas de nuestra vida.