Texto base: Hechos 1:8
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8, RVR1960)
Introducción
Desde el principio, Dios ha trabajado a través de su Espíritu para cumplir su propósito en la Tierra. En el Antiguo Testamento, vemos al Espíritu Santo obrando en los profetas, jueces y reyes, capacitándolos para cumplir la voluntad de Dios. Sin embargo, en el Nuevo Testamento, Jesús promete que el Espíritu Santo vendría a morar en cada creyente, no solo para consolarnos, sino para empoderarnos y equiparnos para la misión del Reino.
El Espíritu Santo no es solo una fuerza o una energía, sino la tercera persona de la Trinidad, quien nos capacita para vivir una vida victoriosa y cumplir el llamado de Dios. En este bosquejo, exploraremos qué significa ser empoderados por el Espíritu Santo y cómo podemos experimentar su poder en nuestra vida diaria.
1. La promesa del Espíritu Santo
a) Jesús promete el Espíritu Santo
Antes de su crucifixión, Jesús aseguró a sus discípulos que no los dejaría solos, sino que enviaría al Espíritu Santo para estar con ellos y capacitarlos para la obra del Reino.
Juan 14:16-17
“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”
Aquí Jesús deja claro que el Espíritu Santo no es temporal, sino que moraría para siempre en los creyentes. Es nuestro Consolador, quien nos guía y nos fortalece.
b) La venida del Espíritu en Pentecostés
Después de la resurrección de Jesús, sus discípulos esperaron en Jerusalén la promesa del Espíritu Santo, y en el día de Pentecostés, esta promesa se cumplió.
Hechos 2:1-4
“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”
Este evento marcó el inicio de la iglesia empoderada. Desde ese momento, los discípulos, que antes eran temerosos, comenzaron a predicar con valentía y poder.
2. El poder del Espíritu Santo en la vida del creyente
a) Poder para ser testigos de Cristo
El propósito principal del poder del Espíritu Santo es capacitarnos para ser testigos de Jesús en todo el mundo.
Hechos 1:8
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”
El poder del Espíritu Santo no es solo para experimentar emociones o señales milagrosas, sino para ser testigos efectivos de Cristo.
b) Poder para vivir una vida santa
El Espíritu Santo nos santifica y nos ayuda a vivir en obediencia a Dios.
Gálatas 5:16
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.”
Sin la ayuda del Espíritu Santo, es imposible vencer el pecado y vivir en santidad. Su poder nos da dominio propio y nos guía a una vida conforme a la voluntad de Dios.
c) Poder para vencer la debilidad y el temor
Muchos creyentes luchan con el temor, pero el Espíritu Santo nos llena de valentía.
2 Timoteo 1:7
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
Cuando somos llenos del Espíritu, podemos enfrentar cualquier desafío con confianza, porque sabemos que no estamos solos.
3. Maneras en que el Espíritu Santo nos empodera
a) A través de la llenura del Espíritu
La llenura del Espíritu Santo no es un evento único, sino un proceso continuo.
Efesios 5:18
“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu.”
La palabra “sed llenos” en el griego implica una acción continua. Debemos buscar diariamente la presencia del Espíritu Santo en oración, adoración y meditación en la Palabra.
b) A través de los dones espirituales
El Espíritu Santo nos capacita con dones espirituales para edificar la iglesia y extender el Reino de Dios.
1 Corintios 12:7-11
“Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho… porque a éste es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu…”
Estos dones no son para exaltarnos, sino para edificar a otros y glorificar a Dios.
c) A través de la oración y la comunión con Dios
Cuando pasamos tiempo en la presencia de Dios, el Espíritu Santo nos llena de poder.
Judas 1:20
“Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo.”
La oración nos conecta con Dios y nos fortalece para enfrentar la vida con fe y poder.
4. El impacto de una vida empoderada por el Espíritu Santo
a) Transformación personal
Cuando somos llenos del Espíritu, nuestra vida cambia radicalmente. Pedro, quien antes negó a Jesús, predicó con valentía en Pentecostés y 3,000 personas se convirtieron.
Hechos 2:41
“Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.”
b) Impacto en la iglesia
El poder del Espíritu Santo une y fortalece a la iglesia.
Hechos 4:31
“Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.”
Una iglesia empoderada por el Espíritu es una iglesia que avanza con valentía y poder.
c) Expansión del evangelio al mundo
Desde Pentecostés, el evangelio ha sido predicado en todo el mundo porque hombres y mujeres han sido empoderados por el Espíritu Santo.
Marcos 16:20
“Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían.”
5. Cómo recibir y mantener el empoderamiento del Espíritu Santo
El poder del Espíritu Santo está disponible para todo creyente, pero recibirlo y mantenerlo requiere una actitud de entrega, búsqueda y obediencia. Muchos cristianos desean experimentar el poder de Dios en sus vidas, pero no saben cómo recibir la llenura del Espíritu o cómo mantener su fuego encendido. En esta sección, exploraremos los pasos para ser llenos del Espíritu Santo y vivir continuamente en su poder.
a) Creer y desear la llenura del Espíritu Santo
El primer paso para recibir el empoderamiento del Espíritu Santo es creer que Dios quiere llenarnos y tener un deseo profundo por su presencia.
Juan 7:37-39
“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.”
Jesús dejó claro que el Espíritu Santo es para aquellos que tienen sed espiritual. Si deseamos ser empoderados, debemos anhelar más de su presencia en nuestras vidas.
b) Orar y pedir la llenura del Espíritu Santo
Dios nos ha dado una promesa: si pedimos, Él nos dará su Espíritu Santo en abundancia.
Lucas 11:13
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”
Muchos cristianos no experimentan el poder del Espíritu Santo simplemente porque no lo piden. Debemos acercarnos a Dios con humildad y pedirle que nos llene de su presencia.
Además, la oración constante es clave para mantenernos empoderados. El apóstol Pablo nos anima a orar en todo momento en el Espíritu.
Efesios 6:18
“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.”
Cuando oramos en el Espíritu, nos alineamos con la voluntad de Dios y fortalecemos nuestra relación con Él.
c) Rendir nuestra vida completamente a Dios
El Espíritu Santo no puede operar con libertad en una vida que está dividida entre Dios y el mundo. Para ser empoderados, debemos rendirnos completamente a Dios.
Romanos 12:1-2
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Cuando entregamos todo nuestro ser a Dios, el Espíritu Santo puede obrar con poder en nuestra vida.
d) Caminar en obediencia a la Palabra de Dios
El Espíritu Santo no solo nos empodera, sino que también nos guía en la verdad. Para mantener su poder en nuestra vida, debemos caminar en obediencia a la Palabra de Dios.
Hechos 5:32
“Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.”
Si queremos ser llenos del Espíritu continuamente, debemos vivir en obediencia. La desobediencia y el pecado pueden apagar el fuego del Espíritu en nuestra vida.
1 Tesalonicenses 5:19
“No apaguéis al Espíritu.”
Cuando ignoramos su dirección o nos alejamos de la comunión con Dios, comenzamos a perder su poder.
e) Permanecer en comunión con Dios y la iglesia
Dios nos ha llamado a vivir en comunidad. Para mantener el empoderamiento del Espíritu Santo, es importante permanecer en comunión con otros creyentes.
Hechos 2:42
“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.”
La iglesia primitiva experimentó un gran avivamiento porque estaban unidos en oración y comunión. La soledad espiritual puede hacer que nuestro fuego se apague, pero cuando nos rodeamos de hermanos en la fe, somos fortalecidos.
f) Ser llenos del Espíritu continuamente
Muchos piensan que la llenura del Espíritu es un evento único, pero en realidad es un proceso continuo. Pablo nos exhorta a ser llenos del Espíritu constantemente.
Efesios 5:18
“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu.”
La expresión en griego sugiere una acción continua: “sed llenos” significa que debemos buscar la presencia de Dios cada día.
Esto implica:
- Buscar a Dios en oración diariamente.
- Leer y meditar en su Palabra.
- Caminar en obediencia.
- Mantener comunión con otros creyentes.
- Dejar que el Espíritu Santo dirija nuestras decisiones.
Cuando hacemos esto, experimentamos un fluir constante del poder de Dios en nuestras vidas.
Conclusión
Ser empoderados por el Espíritu Santo no es solo una experiencia única, sino un estilo de vida. Dios ha prometido su Espíritu a todos los que creen en Él y desean vivir bajo su poder.
Para recibir y mantener este empoderamiento, debemos:
- Creer y desear la llenura del Espíritu Santo.
- Orar y pedir su llenura con fe.
- Rendir nuestra vida completamente a Dios.
- Caminar en obediencia a su Palabra.
- Permanecer en comunión con Dios y la iglesia.
- Buscar la llenura del Espíritu continuamente.
Dios quiere llenarnos y capacitarnos para vivir vidas victoriosas y cumplir su propósito en la Tierra. Si anhelas experimentar su poder, hoy es el día para buscarlo con todo tu corazón.
¿Estás viviendo en el poder del Espíritu Santo?
Si no es así, ¡pídele hoy mismo que te llene y prepárate para experimentar una transformación radical en tu vida!