Introducción
El Salmo 90 es un canto de profunda reflexión que se atribuye a Moisés, considerado el hombre de Dios en la Biblia. Este salmo tiene un tono sobrio y nos invita a meditar sobre la fugacidad de la vida humana en comparación con la eternidad de Dios. El versículo 12 del salmo expresa una de las peticiones más sabias que cualquier ser humano puede hacer: “Enséñanos a contar nuestros días, para que traigamos al corazón sabiduría”. Esta oración refleja una actitud de humildad y dependencia de Dios, reconociendo que la vida es breve y que necesitamos Su dirección para vivir con propósito.
En este bosquejo, exploraremos el significado de este versículo clave, cómo podemos aprender a contar nuestros días y qué significa vivir una vida sabia y plena delante de Dios.
I. La Transitoriedad de la Vida Humana
A. La Brevedad de la Vida
El Salmo 90 nos recuerda repetidamente cuán breve y frágil es la vida humana. En los versículos anteriores, se dice: “Los haces pasar como torrente de aguas… como la hierba que crece en la mañana… y en la tarde es cortada y se seca” (Salmo 90:5-6). Aquí Moisés compara la vida con una corriente de agua que se desvanece rápidamente y con la hierba que, aunque florece por un tiempo, pronto es cortada y se marchita.
Esta metáfora resalta la naturaleza fugaz de la existencia humana. A pesar de los avances tecnológicos, de los logros personales y de la ciencia, el ser humano sigue siendo limitado por el tiempo. No controlamos el día de nuestro nacimiento ni el día de nuestra muerte. Por eso, es fundamental que reconozcamos nuestra vulnerabilidad y transitoriedad.
B. El Poder y la Eternidad de Dios
En contraste con la fragilidad humana, el Salmo 90 enfatiza la eternidad y el poder de Dios. El versículo 2 dice: “Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios”. Esto significa que Dios es eterno, no tiene principio ni fin, mientras que los seres humanos estamos limitados por el tiempo. Este contraste no tiene como objetivo deprimirnos, sino recordarnos que, aunque nuestra vida sea breve, nuestra relación con el Dios eterno puede otorgarnos significado y dirección.
C. El Llamado a la Reflexión
Cuando reconocemos nuestra transitoriedad, somos llamados a reflexionar sobre el propósito de nuestra vida. Muchos pasan sus días en la búsqueda de placeres temporales, bienes materiales o logros que, al final, no tienen valor eterno. El llamado del salmo es a reflexionar profundamente sobre la vida. ¿Estamos invirtiendo en lo eterno? ¿O estamos desperdiciando nuestros días en cosas que desaparecerán?
II. “Enséñanos a contar nuestros días”
A. Reconocer que Dios es la Fuente de Sabiduría
La petición en este versículo es una oración a Dios pidiendo sabiduría. La Biblia enseña que el principio de la sabiduría es el temor de Dios (Proverbios 9:10). Reconocer que necesitamos la enseñanza de Dios para vivir correctamente es una muestra de humildad. Contar nuestros días no solo significa ser conscientes de cuántos días vivimos, sino también de la calidad de esos días en términos de nuestras prioridades y decisiones.
Moisés reconoce que, si queremos vivir sabiamente, debemos pedirle a Dios que nos enseñe. En un mundo donde las personas a menudo buscan consejos en fuentes humanas, Moisés nos recuerda que la verdadera sabiduría proviene solo de Dios.
B. ¿Qué significa “contar nuestros días”?
Contar nuestros días implica vivir con una conciencia constante de que la vida es corta. No significa vivir con miedo o ansiedad, sino más bien con un sentido de urgencia y propósito. Si sabemos que nuestra vida tiene un límite, entonces debemos ser más intencionales en cómo gastamos nuestro tiempo, cómo tomamos nuestras decisiones y qué valoramos.
El apóstol Pablo lo expresó de otra manera en Efesios 5:15-16, donde dice: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”. Aquí, Pablo nos exhorta a vivir sabiamente, no desperdiciando el tiempo en cosas triviales, sino usando cada día para cumplir el propósito de Dios.
C. Vivir con Prioridades Correctas
Contar nuestros días también significa ordenar nuestras prioridades de acuerdo con la perspectiva divina. Jesús enseñó algo muy similar en el Sermón del Monte, cuando dijo: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33). En otras palabras, debemos colocar a Dios y Su voluntad en el centro de nuestra vida. Si nuestras prioridades están alineadas con Dios, nuestras acciones reflejarán sabiduría, no insensatez.
III. El Propósito de Contar Nuestros Días: Adquirir Sabiduría
A. ¿Qué es la Sabiduría Bíblica?
En la Biblia, la sabiduría no se define simplemente como inteligencia o conocimiento. La sabiduría bíblica es la habilidad de vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, tomando decisiones que honren a Dios y que reflejen su carácter. El libro de Proverbios está lleno de consejos sobre cómo vivir sabiamente, y todos estos consejos giran en torno a la idea de vivir en obediencia a Dios y con un corazón orientado hacia Él.
B. Vivir de Manera Significativa
Contar nuestros días no es solo cuestión de gestión del tiempo. La vida sabia tiene que ver con vivir de manera significativa. Jesús, en la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30), enseñó que todos somos responsables del tiempo y los recursos que Dios nos ha dado. A quienes hicieron un uso sabio de sus talentos, el Señor les dijo: “Bien, buen siervo y fiel… entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25:21). Esto subraya que una vida bien vivida es una vida que rinde frutos para la gloria de Dios.
C. La Importancia de la Eternidad
La verdadera sabiduría también se manifiesta cuando vivimos con una perspectiva eterna. Como cristianos, creemos que la vida no termina con la muerte. Pablo dijo en Filipenses 1:21: “Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”. Esto significa que todo lo que hacemos en esta vida tiene repercusiones eternas. Las decisiones que tomamos hoy pueden impactar nuestra eternidad y la de otros.
IV. Aplicaciones Prácticas
A. Evaluar Nuestra Vida
Un paso práctico para aplicar este salmo es hacer una evaluación honesta de nuestra vida. ¿En qué estamos invirtiendo nuestro tiempo? ¿Estamos gastando nuestros días en actividades que traen gloria a Dios y bendicen a los demás? O, por el contrario, ¿nos estamos distrayendo con cosas que no tienen valor eterno?
B. Priorizar Relaciones
El amor a Dios y el amor al prójimo son los dos mandamientos más importantes (Mateo 22:37-39). Debemos asegurarnos de que nuestras relaciones —con Dios, con nuestra familia, amigos y comunidad— estén en el centro de nuestra vida. Estas relaciones no solo traen gozo en esta vida, sino que también son parte de nuestro testimonio de fe.
C. Vivir con Urgencia, pero con Paz
Saber que nuestros días están contados no debería generarnos ansiedad, sino una sana urgencia. Podemos vivir con la confianza de que si seguimos el camino de Dios, estaremos cumpliendo su propósito. Al mismo tiempo, no debemos preocuparnos por el mañana, porque Dios ya tiene el control de nuestras vidas (Mateo 6:34).
Conclusión
La oración de Moisés en el Salmo 90:12 es un recordatorio poderoso de la importancia de vivir con sabiduría. La vida es corta, pero cuando le pedimos a Dios que nos enseñe a contar nuestros días, Él nos otorga la sabiduría para vivir con propósito y significado. Que cada día de nuestra vida sea vivido con la conciencia de que es un regalo de Dios, y que nuestras acciones reflejen su amor y su verdad.