Texto base: Éxodo 4:2
“Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.”
Introducción
En la vida cristiana, es común pensar que necesitamos más recursos, talentos o habilidades para servir a Dios. Nos excusamos diciendo que no tenemos lo suficiente o que nuestras capacidades son limitadas. Sin embargo, Dios nunca nos pide lo que no tenemos; Él nos llama a usar lo que ya ha puesto en nuestras manos. Esta lección la aprendemos claramente en la vida de Moisés.
Cuando Moisés enfrentó su llamado en el desierto, su primer impulso fue excusarse. “¿Quién soy yo para liberar a Israel?”, preguntó (Éxodo 3:11). Pero Dios no le pidió grandes recursos, solo le mostró la vara que ya tenía en su mano. Esa vara era símbolo de lo ordinario: un simple instrumento de pastor. Sin embargo, en las manos de Dios, lo ordinario se convirtió en extraordinario.
El mismo principio aplica a nuestras vidas hoy. Dios quiere que reconozcamos lo que ya tenemos en nuestras manos: talentos, habilidades, recursos, tiempo, relaciones. Lo que consideramos común y sin valor puede ser transformado para Su gloria.
En este mensaje, exploraremos cuatro principios clave:
- Reconoce lo que tienes.
- Deposítalo en las manos de Dios.
- Permite que Dios lo use de manera sobrenatural.
- Usa lo que tienes para cumplir Su propósito.
1. Reconoce lo que tienes
Texto: “¿Qué es eso que tienes en tu mano?” (Éxodo 4:2).
El primer paso para ser usados por Dios es reconocer los recursos que ya tenemos. Moisés llevaba una vara en su mano, pero no le prestaba mucha atención porque era parte de su rutina diaria. Para Moisés, esa vara no era más que un instrumento de pastor, algo común y sin mayor significado. Sin embargo, Dios lo desafió a mirarlo de otra manera.
En nuestra vida, Dios nos hace la misma pregunta: “¿Qué tienes en tu mano?”
Muchas veces subestimamos lo que poseemos. Pensamos que nuestras habilidades o recursos son insuficientes o no dignos de ser usados para algo grande. Sin embargo, la clave está en reconocer lo que ya tenemos y entender que Dios puede usarlo.
¿Qué cosas tienes en tus manos hoy?
- Talentos: quizás cantas, escribes, hablas bien o sirves con alegría.
- Recursos materiales: un hogar donde puedes hospedar a alguien, dinero para bendecir a otros.
- Relaciones: contactos con personas que necesitan el evangelio o ayuda.
- Tiempo: horas que puedes dedicar a la obra de Dios.
Ejemplo bíblico adicional:
La viuda de 2 Reyes 4 tenía solo un poco de aceite en su casa. Cuando Eliseo le pidió reconocer lo que tenía, ese poco aceite se multiplicó para suplir sus necesidades.
Aplicación práctica:
Haz un inventario de lo que posees. No te compares con otros; Dios te ha dado exactamente lo que necesitas. Reconocer lo que tienes es el primer paso hacia la transformación.
2. Deposítalo en las manos de Dios
Texto: “Entonces Jehová dijo a Moisés: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y se convirtió en una serpiente…” (Éxodo 4:3).
Una vez que reconoces lo que tienes, el siguiente paso es entregarlo a Dios. Moisés tuvo que soltar la vara y obedecer la voz de Dios. Lo que había sido un simple palo de madera, en las manos de Dios, se transformó en algo sobrenatural.
Depositar lo que tenemos en las manos de Dios requiere fe y obediencia. A veces nos aferramos a lo que poseemos porque tememos perder el control. Queremos asegurarnos de que nuestra habilidad, tiempo o recurso esté “seguro” con nosotros. Pero Dios nos pide que se lo entreguemos a Él, confiando que lo puede usar para Su gloria.
Ejemplo bíblico adicional:
El joven que ofreció sus cinco panes y dos peces (Juan 6:9). Ese recurso limitado fue entregado a Jesús y se multiplicó para alimentar a miles.
¿Por qué debemos entregar lo que tenemos a Dios?
- Porque en nuestras manos, es limitado; en las manos de Dios, no tiene límites.
- Porque Dios sabe cómo usarlo de la mejor manera.
- Porque el acto de entrega nos enseña a confiar en Su provisión y poder.
Aplicación práctica:
Haz un acto simbólico de entrega: ora y dile a Dios que pones en Sus manos tus talentos, recursos y tiempo. Dile que lo use como Él quiera. La entrega no siempre es fácil, pero en la obediencia hay poder.
3. Permite que Dios lo use de manera sobrenatural
Texto: “…y Moisés huyó de ella. Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano y tómala por la cola…” (Éxodo 4:3-4).
La vara de Moisés no solo fue transformada en serpiente; también fue usada posteriormente para realizar milagros: dividir el Mar Rojo (Éxodo 14:21) y sacar agua de la roca (Éxodo 17:6). Dios tomó algo común y lo convirtió en un instrumento sobrenatural.
Cuando entregamos lo que tenemos a Dios, debemos permitirle usarlo según Su propósito y no el nuestro. A veces queremos imponer límites a cómo Dios debe usar nuestros talentos o recursos. Pero Dios nos desafía a dejarlo actuar de manera sobrenatural.
Ejemplo adicional:
- Gedeón y sus 300 hombres (Jueces 7). Dios usó un pequeño ejército y lo equipó con trompetas y antorchas para vencer a un gran enemigo. Lo sobrenatural ocurre cuando obedecemos.
Características de lo sobrenatural:
- No depende de tu capacidad.
- Es evidente que Dios es quien obra.
- Edifica la fe de otros al ver el poder de Dios en acción.
Aplicación práctica:
Espera que Dios use tus recursos de manera extraordinaria. Ora pidiendo milagros y transformación. Recuerda que lo que tienes no tiene poder en sí mismo; el poder está en Dios que lo usa.
4. Usa lo que tienes para cumplir Su propósito
Texto: “Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales” (Éxodo 4:17).
Finalmente, Dios le dejó claro a Moisés que debía usar la vara para cumplir Su propósito. La vara ya no era solo un instrumento de pastor; ahora era un instrumento de liberación y milagros en las manos de Dios.
Dios nos llama a usar lo que tenemos para Su propósito eterno:
- Edificar Su Reino: Usa tus talentos y recursos para bendecir a la iglesia y a otros.
- Evangelizar: Lo que tienes puede ser una herramienta para llevar a otros a Cristo.
- Servir a otros: Usa tus dones para suplir las necesidades de quienes te rodean.
Ejemplo adicional:
Dorcas (Hechos 9:36-43). Ella usaba sus habilidades de costura para servir a los necesitados, y su servicio impactó tanto que Dios permitió un milagro al resucitarla.
Reflexión práctica:
¿Cómo puedes usar lo que tienes hoy para cumplir el propósito de Dios?
- Si tienes habilidad para hablar, predica.
- Si tienes recursos, dales buen uso para ayudar a otros.
- Si tienes tiempo, dedícalo a servir en tu iglesia o comunidad.
Lo que tienes en tus manos puede parecer pequeño o insignificante, pero cuando lo reconoces, lo entregas y permites que Dios lo use, se convierte en un instrumento poderoso para Su gloria.
Conclusión
Moisés aprendió que la vara en sus manos, aunque común, fue transformada por el poder de Dios para cumplir un propósito eterno. Hoy, Dios te hace la misma pregunta: “¿Qué tienes en tu mano?”
No menosprecies tus talentos, habilidades o recursos. Reconócelos, entrégalos a Dios, permite que Él los use sobrenaturalmente y úsalo para cumplir Su propósito. Dios puede tomar lo pequeño y convertirlo en algo extraordinario.
Aplicación final:
Ora y dile a Dios:
“Señor, hoy reconozco lo que has puesto en mis manos. Lo entrego a Ti para que lo uses como Tú quieras. Transforma lo ordinario en extraordinario y úsalo para Tu gloria. Amén.”