Introducción
El libro de Apocalipsis, escrito por el apóstol Juan durante su exilio en la isla de Patmos, está lleno de visiones y mensajes divinos dirigidos a las iglesias. En el capítulo 3, se encuentra un mensaje específico para la iglesia de Filadelfia, una de las siete iglesias de Asia Menor. Este versículo, “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”, es una exhortación a la perseverancia y la fidelidad en medio de la prueba. La promesa de una “corona” implica una recompensa celestial para aquellos que permanecen fieles hasta el final. Este bosquejo explorará el significado profundo de esta exhortación y su aplicación en la vida del creyente.
I. El Contexto del Pasaje
A. La iglesia de Filadelfia
La iglesia de Filadelfia era una congregación pequeña y aparentemente débil en términos de poder y recursos, pero recibió una de las cartas más alentadoras y positivas entre las siete iglesias. Jesús no reprende a esta iglesia, sino que la elogia por su fidelidad.
- Fidelidad a pesar de la oposición: Aunque Filadelfia era pequeña, fue fiel. En medio de la oposición y las dificultades, la iglesia no negó el nombre de Cristo (Apocalipsis 3:8). Este contexto nos muestra que la fidelidad y la perseverancia no dependen del tamaño o de los recursos, sino del compromiso con Cristo.
B. La promesa de la venida de Cristo
“He aquí, yo vengo pronto” es una afirmación que resuena a lo largo del Apocalipsis. La inminencia de la segunda venida de Cristo es un tema recurrente, que sirve tanto de advertencia como de aliento para los creyentes.
- El regreso inminente de Cristo: Este recordatorio de que Cristo viene pronto tiene un doble propósito: motivar a la iglesia a permanecer fiel y advertir sobre la posibilidad de perder lo que han ganado.
II. “Retén lo que tienes” – La Exhortación a la Perseverancia
A. ¿Qué debemos retener?
La exhortación a “retener lo que tienes” implica que los creyentes poseen algo valioso que deben proteger y preservar. Pero, ¿a qué se refiere específicamente?
La fe en Cristo: Lo primero y más importante que los creyentes deben retener es su fe en Cristo. En un mundo que constantemente desafía la fe cristiana, mantener la fe en Cristo es esencial.
La Palabra de Dios: Retener la enseñanza y la verdad de la Palabra de Dios es crucial. En tiempos de engaño y falsas doctrinas, la Palabra de Dios es la única guía segura.
El testimonio y la fidelidad: La iglesia de Filadelfia fue elogiada por su fidelidad. Retener esta fidelidad significa continuar viviendo de acuerdo con los principios del Evangelio, no comprometiendo la verdad ni el carácter cristiano.
B. ¿Por qué debemos retener lo que tenemos?
Para no perder lo alcanzado: La advertencia “para que ninguno tome tu corona” implica que es posible perder la recompensa que Dios ha prometido a los fieles. Esto no se refiere a la pérdida de la salvación, sino a la pérdida de recompensas celestiales que se otorgan por la perseverancia.
El peligro de la apostasía: En el Nuevo Testamento, hay muchas advertencias sobre la apostasía o el apartarse de la fe (Hebreos 10:23-31). Retener lo que tenemos es una defensa contra la tentación de apartarse y renunciar a las promesas de Dios.
III. “Para que ninguno tome tu corona” – La Advertencia y Promesa
A. La naturaleza de la corona
En la Biblia, la corona es un símbolo de victoria, honor y recompensa. Hay varias coronas mencionadas en el Nuevo Testamento:
La corona de vida: Mencionada en Santiago 1:12 y Apocalipsis 2:10, es otorgada a aquellos que perseveran bajo la prueba.
La corona de justicia: Como menciona Pablo en 2 Timoteo 4:8, es reservada para aquellos que anhelan la venida de Cristo.
La corona de gloria: Pedro la menciona en 1 Pedro 5:4, y está reservada para los pastores y líderes fieles.
B. La posibilidad de perder la corona
El versículo claramente sugiere que la corona, aunque prometida, puede ser perdida. Esto no significa que otro tomará literalmente la recompensa de uno, sino que es una advertencia sobre la necesidad de perseverar para obtenerla.
La responsabilidad personal: Cada creyente tiene la responsabilidad de mantener su fe y su testimonio hasta el final. La pérdida de la corona es una consecuencia de no perseverar.
La recompensa es condicional: Aunque la salvación es un regalo gratuito de Dios, las recompensas celestiales están condicionadas a nuestra fidelidad y perseverancia (1 Corintios 9:24-27).
IV. Aplicación Práctica para el Creyente Hoy
A. Perseverancia en tiempos de prueba
Vivimos en un mundo lleno de desafíos para la fe cristiana. Ya sea por persecución, tentación o el simple cansancio de la vida diaria, la exhortación a “retener lo que tienes” es extremadamente relevante.
Fortaleza en la fe: Como los creyentes en Filadelfia, debemos mantenernos firmes en la fe, incluso cuando nos sentimos pequeños o débiles. Recordar que nuestras fuerzas provienen de Cristo nos ayudará a perseverar.
Cuidado con las distracciones y tentaciones: Las tentaciones y distracciones del mundo pueden apartarnos de nuestro enfoque en Cristo. Debemos estar alertas y conscientes de las cosas que intentan robar nuestra atención y devoción a Dios.
B. Vigilancia espiritual
El creyente debe vivir en constante vigilancia, consciente de que la vida cristiana es una carrera y una lucha continua.
Mantener la pureza doctrinal: Hoy en día, existen muchas enseñanzas que se desvían del Evangelio. Retener la enseñanza pura y original es vital para evitar ser arrastrados por doctrinas falsas.
Oración y comunión con Dios: La oración es la clave para mantener nuestra relación con Dios viva y fuerte. A través de la oración, recibimos fortaleza, dirección y consuelo para continuar en la fe.
C. Esperanza en la venida de Cristo
La venida de Cristo es la esperanza que sostiene al creyente. Este versículo nos recuerda que Cristo viene pronto y que debemos vivir con esa expectativa en mente.
Vivir con propósito y urgencia: Saber que Cristo puede venir en cualquier momento debería motivarnos a vivir cada día con propósito, no perdiendo oportunidades para hacer el bien y compartir el Evangelio.
Mantener el gozo y la esperanza: Aunque enfrentemos dificultades, la promesa de la venida de Cristo y la corona que Él nos dará debe llenarnos de gozo y esperanza.
Conclusión
El mensaje de Apocalipsis 3:11 es una llamada a la perseverancia y la fidelidad en medio de la adversidad. “Retén lo que tienes para que ninguno tome tu corona” es una exhortación que todos los creyentes deben tomar en serio. Nos recuerda que, aunque la vida cristiana puede ser difícil, las recompensas por permanecer fieles son inmensas. Debemos mantener nuestra fe, proteger nuestra pureza doctrinal y vivir con la expectativa de la pronta venida de Cristo. Al hacerlo, aseguramos que recibiremos la corona que Él ha prometido a aquellos que le aman y permanecen fieles hasta el final.