Introducción
Hermanos y hermanas, hoy quiero invitarles a reflexionar sobre una palabra que muchas veces olvidamos en la vida cotidiana: “valoración”. La gratitud y el reconocimiento de lo que ya tenemos son dos claves esenciales para vivir una vida plena y alineada con la voluntad de Dios.
La Palabra de Dios nos enseña a apreciar cada bendición, por pequeña o grande que sea. Pero el enemigo, muchas veces, siembra en nosotros ingratitud, insatisfacción y comparación. Esto nos hace perder el gozo de lo que tenemos y la fe en lo que Dios puede hacer con lo que está en nuestras manos.
Vamos a profundizar en este tema basándonos en la Biblia, que siempre tiene la guía perfecta para nuestras vidas.
1. Dios nos da todo lo que necesitamos
Texto base: Filipenses 4:19
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”
Este pasaje nos asegura que Dios provee todo lo necesario para nuestra vida. No significa que tendremos siempre todo lo que deseamos, sino todo lo que realmente necesitamos para cumplir Su propósito. Sin embargo, muchas veces dejamos de valorar lo que Él nos ha dado porque estamos enfocados en lo que creemos que nos falta.
Ejemplo Bíblico: El pueblo de Israel en el desierto
En el libro de Éxodo, encontramos la historia del pueblo de Israel. Dios los sacó de la esclavitud en Egipto y los estaba guiando a la Tierra Prometida. Durante el camino, Dios les proveyó el maná, el pan del cielo, que caía cada mañana.
Pero ¿qué hizo el pueblo? Se quejaron. Comenzaron a extrañar los “platos de carne” de Egipto y a menospreciar el maná que Dios les estaba dando.
Éxodo 16:8: “No son contra nosotros vuestras murmuraciones, sino contra Jehová”.
La ingratitud del pueblo hizo que no pudieran ver el milagro diario que recibían. ¿Cuántas veces nos comportamos como el pueblo de Israel? Dios nos da salud, familia, trabajo, alimento… pero en lugar de valorar esas bendiciones, nos enfocamos en lo que creemos que nos falta.
Reflexión: ¿Qué maná está cayendo en tu vida y no lo estás valorando? Tal vez es tu familia, tu empleo, tu salud, tu iglesia, o incluso un tiempo de prueba que Dios está usando para moldear tu carácter.
2. Aprende a ser agradecido en todo momento
Texto clave: 1 Tesalonicenses 5:18
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
El apóstol Pablo nos enseña que debemos dar gracias en todo, no solo cuando todo va bien. Valorar lo que tienes significa aprender a ver las bendiciones aún en medio de las pruebas.
Ejemplo Bíblico: Job, un hombre íntegro y agradecido
La historia de Job es un poderoso ejemplo de alguien que supo valorar lo que tenía, incluso cuando lo perdió todo. Job era un hombre justo, temeroso de Dios, y había sido bendecido con riquezas, familia y salud. Pero un día lo perdió todo: sus bienes, sus hijos, e incluso su salud.
Sin embargo, en medio de su dolor, Job dijo estas palabras:
Job 1:21
“Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.”
Job reconoció que todo lo que tenía venía de Dios, y su gratitud no dependía de sus circunstancias.
¿Cómo aplicar esto a nuestra vida?
- Cambia tu enfoque: Deja de mirar lo que no tienes y empieza a agradecer lo que sí tienes.
- Reconoce a Dios como la fuente: Todo lo que poseemos viene de la gracia de Dios.
- Practica la gratitud diaria: Da gracias cada día por las pequeñas cosas.
Ejemplo práctico:
Si tienes trabajo, dale gracias a Dios. Si tienes salud, dale gracias a Dios. Si tienes una familia, aunque no sea perfecta, dale gracias a Dios.
3. No desprecies lo poco: Dios puede multiplicarlo
Texto clave: Juan 6:9-11
“Aquí está un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? […] Jesús tomó aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo repartió los peces, cuanto querían.”
Este pasaje nos narra el milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Un muchacho ofreció lo poco que tenía: cinco panes y dos peces. Para los discípulos, aquello parecía insignificante, pero Jesús lo tomó, dio gracias, y lo multiplicó.
Principio espiritual: Agradece lo poco y Dios lo multiplicará
Si menospreciamos lo que tenemos, no permitimos que Dios lo use para Su gloria. Pero cuando lo entregamos con fe y gratitud, Dios obra milagros.
Reflexión personal: ¿Qué hay en tus manos?
- Tal vez piensas que tu talento es pequeño.
- Tal vez tu trabajo no es el que esperabas.
- Tal vez tu economía es limitada.
Pero si lo entregas con gratitud y fe, Dios puede multiplicarlo. Valorar lo que tienes es el primer paso para que Dios lo bendiga y lo use para bendecir a otros.
4. La comparación nos roba la gratitud
Texto clave: Gálatas 6:4
“Así que cada uno sométase a prueba a sí mismo. Entonces podrá enorgullecerse de sí mismo, sin compararse con nadie.”
Una de las trampas más comunes del enemigo es la comparación. Vivimos en un mundo donde constantemente nos comparamos con otros: con su éxito, su apariencia, sus bienes materiales, o incluso su vida espiritual.
Cuando nos comparamos:
- Perdemos el gozo de nuestras propias bendiciones.
- Despreciamos lo que Dios nos ha dado.
- Nos volvemos ingratos y envidiosos.
Ejemplo: La parábola de los talentos
En Mateo 25, Jesús cuenta la parábola de los talentos. A un hombre se le dieron cinco talentos, a otro dos, y a otro uno. Los primeros dos hombres valoraron lo que recibieron y lo multiplicaron. Pero el tercero, menospreció su talento, lo escondió y no hizo nada con él.
Cuando menospreciamos lo que tenemos, no solo nos perjudicamos a nosotros mismos, sino que fallamos en cumplir el propósito que Dios nos dio.
Lección: Dios no te pedirá cuentas por lo que dio a otros, sino por lo que puso en tus manos. No mires el “talento” del prójimo; agradece y multiplica el tuyo.
5. Valora las cosas eternas
Texto clave: Mateo 6:19-20
“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo.”
Finalmente, hermanos, debemos aprender a valorar las cosas eternas. La familia, el amor, la fe, la salvación y la comunión con Dios son riquezas que ningún dinero puede comprar.
Es fácil enfocarnos en lo material y olvidar lo espiritual. Pero cuando cultivamos una vida espiritual, encontramos verdadera paz y satisfacción.
Conclusión
Hermanos, hoy quiero dejarles este mensaje: “Valora lo que tienes”. Deja de enfocarte en lo que te falta, deja de compararte, y comienza a agradecer y valorar cada bendición que Dios ha puesto en tu vida.
Recordemos tres principios:
- Todo lo que tenemos viene de Dios.
- Agradecer lo poco permite que Dios lo multiplique.
- Lo espiritual y eterno tiene mayor valor que lo material.
Oración final
“Señor, te damos gracias hoy por todas las bendiciones que has derramado en nuestras vidas. Perdónanos si hemos sido ingratos o si hemos despreciado lo que nos has dado. Ayúdanos a ver las bendiciones diarias, a vivir agradecidos y a usar lo que tenemos para Tu gloria. Te lo pedimos en el nombre poderoso de Jesús. Amén.”
Llamado a la acción
En esta semana, te animo a hacer una lista de 10 cosas por las cuales estás agradecido. Reflexiona sobre cómo puedes valorar y usar mejor lo que Dios te ha dado.