En este momento estás viendo Bosquejo: Abraham Intercede por Sodoma y Gomorra

Bosquejo: Abraham Intercede por Sodoma y Gomorra

Texto Principal: Génesis 18:16-33

Introducción

La historia de Abraham intercediendo por Sodoma y Gomorra es una de las más significativas en el Antiguo Testamento, ya que refleja tanto la justicia como la misericordia de Dios. En este pasaje, Dios revela a Abraham su intención de destruir estas ciudades debido a su pecado extremo. Sin embargo, Abraham, con gran valentía, intercede por los justos que pudieran estar en esas ciudades, rogando a Dios que los salve. Este evento nos enseña lecciones valiosas sobre la intercesión, la justicia divina y la misericordia de Dios.

I. El Contexto de la Intercesión (Génesis 18:16-22)

A. La Revelación Divina (v. 16-17)

Después de la visita de los tres hombres a Abraham en Mamré, uno de ellos (que es el Señor) decide compartir con Abraham sus planes sobre Sodoma y Gomorra. En estos versículos, vemos un principio clave: Dios no esconde sus propósitos de aquellos que caminan en intimidad con Él. Abraham es descrito como “amigo de Dios” (Santiago 2:23), y debido a esa relación cercana, Dios le revela lo que está por venir.

  • Lección: Dios desea comunicarse con nosotros y revelarnos sus planes, especialmente cuando estamos en comunión con Él. No se trata de ser perfectos, sino de tener una relación genuina y sincera con el Señor.

B. La Condición de las Ciudades (v. 20)

Dios declara que el “clamor” contra Sodoma y Gomorra es grande, y su pecado muy grave. Sodoma y Gomorra eran conocidas por su depravación moral, injusticia y falta de compasión. Ezequiel 16:49-50 menciona específicamente su orgullo, abundancia de ociosidad y falta de asistencia al necesitado como razones de su caída.

  • Lección: El pecado tiene consecuencias. Aunque Dios es paciente, llega un punto en que la justicia debe actuar. No obstante, Dios no ejecuta juicio sin antes ofrecer oportunidades de arrepentimiento y mostrar misericordia.

II. La Intercesión de Abraham (Génesis 18:23-32)

A. La Valentía de Abraham (v. 23)

Abraham se acerca a Dios con una pregunta directa: “¿Destruirás también al justo con el impío?” Aquí vemos la primera lección sobre la intercesión: requiere valentía. Aunque Abraham tenía una relación cercana con Dios, se necesitaba coraje para cuestionar los planes divinos, no desde un lugar de irreverencia, sino de preocupación genuina por los justos.

  • Lección: La intercesión requiere valentía y disposición para acercarse a Dios con nuestras preguntas, preocupaciones y súplicas. Dios no se ofende por nuestras preguntas sinceras; Él valora nuestra compasión por otros.

B. La Perspectiva de Justicia de Abraham (v. 24-25)

Abraham argumenta a favor de la justicia, apelando al carácter de Dios. Él dice: “Lejos de ti hacer tal cosa, que hagas morir al justo con el impío… ¿El Juez de toda la tierra no ha de hacer lo que es justo?” Abraham confía en que Dios es justo y que no tratará a los justos de la misma manera que a los malvados. Esta es una declaración profunda sobre la naturaleza de Dios: Su justicia es perfecta.

  • Lección: La intercesión eficaz se basa en el carácter de Dios. Podemos acudir a Él con confianza, sabiendo que es justo, misericordioso y fiel. Nuestras oraciones e intercesiones deben estar alineadas con lo que sabemos de Su carácter.

C. La Negociación de Abraham (v. 26-32)

Aquí ocurre una de las escenas más interesantes en la Biblia: Abraham comienza una “negociación” con Dios. Primero, pide que Dios perdone a la ciudad si se encuentran 50 justos, y luego reduce el número progresivamente hasta llegar a 10. En cada etapa, Dios responde positivamente: si hay ese número de justos, no destruirá la ciudad.

  1. 50 Justos (v. 26): Abraham comienza con un número amplio, mostrando su deseo de ver a la mayor cantidad de personas salvadas.
  2. 45 Justos (v. 28): Con humildad, reduce la cantidad y sigue confiando en la misericordia de Dios.
  3. 40 Justos (v. 29): Abraham continúa, mostrando su perseverancia en la intercesión.
  4. 30 Justos (v. 30): La negociación sigue, demostrando que Abraham no se rinde fácilmente.
  5. 20 Justos (v. 31): Cada vez que Abraham pide, Dios accede, lo que muestra su disposición a escuchar y actuar en base a la oración.
  6. 10 Justos (v. 32): Finalmente, Abraham baja el número a 10, confiando en que Dios no destruirá la ciudad si al menos ese pequeño grupo de personas justas está presente.
  • Lección: La perseverancia en la oración es crucial. Abraham no se da por vencido en su intercesión, y nosotros tampoco deberíamos. Aunque no sabemos el resultado de nuestras oraciones, podemos confiar en que Dios escucha y actúa de acuerdo con Su perfecta voluntad.

III. El Resultado de la Intercesión (Génesis 19)

A. El Juicio sobre Sodoma y Gomorra

A pesar de la intercesión de Abraham, no se encontraron ni siquiera 10 justos en Sodoma y Gomorra. Como resultado, Dios destruyó ambas ciudades con fuego y azufre (Génesis 19:24-25). El pecado de estas ciudades había llegado a tal punto que el juicio era inevitable.

  • Lección: Aunque Dios es misericordioso, Su justicia no puede ser comprometida. Hay momentos en que el juicio es necesario cuando no hay arrepentimiento. No obstante, siempre es precedido por advertencias y oportunidades de arrepentimiento.

B. La Salvación de Lot y su Familia

Dios no olvidó la intercesión de Abraham. Aunque la ciudad fue destruida, el Señor envió ángeles para rescatar a Lot y su familia (Génesis 19:15-16). Esto muestra que, aunque el juicio era necesario, Dios respondió a la oración de Abraham al salvar a los justos, incluso si eran pocos.

  • Lección: La intercesión puede no siempre cambiar el destino de una situación, pero puede hacer una diferencia en las vidas individuales. Dios escucha nuestras oraciones y actúa con misericordia, aun en medio del juicio.

IV. Aplicaciones para Hoy

A. La Importancia de la Intercesión

El ejemplo de Abraham nos enseña el poder de la intercesión. Como creyentes, estamos llamados a orar por los demás, especialmente por aquellos que están en peligro de juicio o alejados de Dios. Nuestras oraciones pueden marcar una diferencia significativa en las vidas de aquellos por quienes intercedemos.

B. El Carácter de Dios: Justo y Misericordioso

Dios es un juez justo, pero también es misericordioso. En su trato con Sodoma y Gomorra, vemos ambas facetas de Su carácter. Aunque es justo al castigar el pecado, también es misericordioso al salvar a los justos y al responder a la intercesión de Abraham.

C. La Necesidad del Arrepentimiento

Sodoma y Gomorra representan un recordatorio solemne de las consecuencias del pecado desenfrenado. Hoy, también somos llamados al arrepentimiento y a vivir vidas justas ante Dios. Su paciencia tiene un límite, y el llamado al arrepentimiento sigue vigente.

D. La Responsabilidad de los Justos

Aunque el juicio de Sodoma y Gomorra fue inevitable, la intercesión de Abraham nos recuerda la responsabilidad de los justos. Los que tienen una relación con Dios están llamados a interceder, orar y buscar la justicia en medio de un mundo corrupto.

Conclusión

La historia de Abraham intercediendo por Sodoma y Gomorra es un testimonio del poder de la oración y la importancia de la intercesión. Nos recuerda que Dios es justo, pero también misericordioso. Como creyentes, estamos llamados a orar por los demás, a confiar en el carácter de Dios y a perseverar en la oración, sabiendo que Él escucha y responde.

Alejandro Rodriguez

Mi nombre es Alejandro Rodríguez y soy un hombre profundamente devoto a Dios. Desde que tengo memoria, siempre he sentido una presencia en mi vida, pero no fue hasta un momento muy particular que esa presencia se convirtió en el centro de todo lo que soy y hago. Soy el orgulloso padre de tres maravillosos hijos: Daniel, Pablo y María. Cada uno de ellos ha sido una bendición en mi vida, y a través de ellos, he aprendido el verdadero significado de la fe y la responsabilidad. Ahora también tengo el privilegio de ser abuelo de dos nietos, Miguel y Santiago, quienes llenan mi corazón de alegría y esperanza para el futuro. La historia de mi devoción a Dios comenzó en un momento oscuro de mi vida. Cuando tenía 35 años, pasé por una experiencia que lo cambió todo. Sufrí un accidente automovilístico muy grave, uno que, según los médicos, era casi imposible de sobrevivir. Recuerdo haber estado atrapado entre los hierros del coche, sintiendo que el final estaba cerca. En ese instante, mientras luchaba por respirar, una paz indescriptible me envolvió. Sentí una mano invisible que me sostenía y una voz en lo más profundo de mi ser que me decía: "No es tu hora, aún tienes una misión por cumplir". Sobreviví al accidente contra todo pronóstico médico, y esa experiencia me llevó a reevaluar mi vida y a buscar más profundamente el propósito que Dios tenía para mí. Me di cuenta de que había estado viviendo sin una dirección clara, enfocado en lo material y lo inmediato, pero ese encuentro con lo divino me mostró que había algo mucho más grande que yo debía hacer. Así nació Sermones Cristianos, un sitio web que fundé con el único propósito de difundir el mensaje de Dios a todo el mundo. Creé este espacio para que cualquiera, en cualquier lugar, pudiera acceder a la palabra de Dios y encontrar consuelo, guía y esperanza en sus momentos más difíciles, tal como yo lo hice. Mi misión es llevar el amor y el consuelo de Dios a aquellos que lo necesitan, a través de sermones inspiradores y mensajes de fe. Cada día, al despertar, agradezco a Dios por la nueva oportunidad de servirle. Mi vida ha sido un testimonio de la gracia y el poder de Dios, y mi mayor anhelo es compartir esa experiencia con los demás, para que también puedan sentir su presencia en sus vidas.

Deja una respuesta