Texto Principal: Efesios 6:11-12
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
Introducción
El cristianismo enseña que la lucha espiritual es una realidad para todos los creyentes. La Biblia advierte a los hijos de Dios sobre el enemigo de sus almas, el diablo, quien busca desviarlos de los caminos de Dios. En las Escrituras, encontramos múltiples referencias a las artimañas del diablo, es decir, las trampas y engaños que él emplea para destruir nuestra fe y apartarnos de Dios. Este bosquejo se centrará en tres aspectos clave: la naturaleza de las artimañas del diablo, cómo reconocerlas y cómo podemos combatirlas con la ayuda de Dios.
I. La Naturaleza de las Artimañas del Diablo
1. Definición de “Artimañas”
En Efesios 6:11, la palabra “artimañas” proviene del griego “methodeia”, que significa engaño o estrategia astuta. El diablo no actúa al azar; sus ataques son calculados y diseñados para explotar nuestras debilidades.
2. El Carácter del Diablo
Jesús define claramente el carácter del diablo en Juan 8:44:
“Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.”
El diablo es mentiroso y manipulador, y sus artimañas están centradas en la distorsión de la verdad.
3. Ejemplos Bíblicos de Artimañas
Génesis 3:1-5 (La Tentación de Eva): Satanás engaña a Eva distorsionando las palabras de Dios, sembrando duda y sugiriendo que Dios le estaba ocultando algo bueno. Esto nos muestra que el diablo suele tergiversar la Palabra de Dios para crear confusión y hacer que los creyentes caigan en desobediencia.
Mateo 4:1-11 (La Tentación de Jesús): Aquí vemos al diablo intentando engañar incluso a Jesús, usando pasajes de las Escrituras de manera selectiva para tentar a Jesús a desobedecer a Dios. Esto nos enseña que el enemigo puede usar cosas aparentemente buenas, incluso la Palabra de Dios, de manera distorsionada.
II. Reconociendo las Artimañas del Diablo
1. Mentiras y Distorsiones
El diablo es el maestro del engaño. Como en el caso de Eva, él a menudo toma una verdad parcial y la manipula para confundirnos. En lugar de un ataque frontal, el enemigo suele usar tácticas sutiles para llevarnos a tomar malas decisiones. Como Jesús nos advierte en Juan 8:44, el diablo no solo dice mentiras, sino que las distorsiona de tal manera que parecen verdades aceptables.
2. La Tentación a través del Orgullo y el Deseo
Uno de los métodos más efectivos del diablo es atacar nuestros deseos internos, ya sean físicos, emocionales o espirituales. En 1 Juan 2:16 se nos advierte sobre “los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida”. El diablo utiliza estos deseos para hacernos caer en pecado, como lo hizo con Jesús en el desierto al intentar incitarlo a convertir las piedras en pan o buscar poder y gloria sin obediencia a Dios (Mateo 4:1-11).
3. La Acusación y el Desánimo
El diablo también es conocido como el acusador de los hermanos (Apocalipsis 12:10). Nos ataca con pensamientos de culpa y condenación, recordándonos nuestros errores pasados para alejarnos de la gracia de Dios. Su objetivo es hacernos sentir indignos del amor de Dios y de su perdón, desanimándonos para que dejemos de buscar al Señor. Estas acusaciones son mentiras diseñadas para robarnos nuestra paz y seguridad en Cristo.
4. La Distracción y el Desvío
Otra de las artimañas del diablo es la distracción. Satanás puede usar las preocupaciones y las tentaciones del mundo para apartarnos de nuestra relación con Dios. En la parábola del sembrador, Jesús describe cómo “las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas y los placeres de esta vida” ahogan la Palabra de Dios, impidiendo que produzca fruto (Lucas 8:14).
III. Cómo Combatir las Artimañas del Diablo
1. Vestirse con la Armadura de Dios (Efesios 6:10-18)
Pablo nos exhorta a ponernos “toda la armadura de Dios” para resistir las artimañas del diablo. Esta armadura incluye varios elementos espirituales clave:
El Cinturón de la Verdad: La verdad de la Palabra de Dios nos ayuda a discernir las mentiras del diablo. Conocer la verdad nos protege contra los engaños y las distorsiones que Satanás puede traer a nuestras vidas.
La Coraza de Justicia: Esto implica vivir en integridad, protegidos por la justicia que viene de Dios. Si vivimos una vida justa, estamos menos expuestos a los ataques del enemigo.
El Calzado del Evangelio de la Paz: El Evangelio nos da paz y nos ayuda a avanzar sin miedo en medio de los ataques. La paz de Dios protege nuestra mente y corazón en medio de la lucha espiritual.
El Escudo de la Fe: La fe es una de nuestras defensas más poderosas contra las artimañas del diablo. Confiar en Dios, aun cuando no entendamos por completo lo que está sucediendo, nos ayuda a apagar los dardos encendidos del enemigo.
El Yelmo de la Salvación: Proteger nuestra mente es crucial. El diablo ataca a menudo a través de pensamientos de duda, condenación y desánimo. Recordar que somos salvos y que nuestra identidad está en Cristo nos mantiene firmes.
La Espada del Espíritu (La Palabra de Dios): Esta es la única arma ofensiva en la armadura. Jesús mismo usó la Palabra de Dios para vencer las tentaciones del diablo en el desierto. Nosotros también debemos estar preparados para usar las Escrituras como defensa cuando el enemigo nos ataca.
La Oración en el Espíritu: Pablo nos recuerda que debemos orar en todo momento. La oración nos mantiene conectados con Dios, que es nuestra fuente de poder y protección.
2. Resistir al Diablo con Fe (Santiago 4:7)
Santiago nos enseña que si resistimos al diablo, él huirá de nosotros. Resistir no implica simplemente ignorarlo, sino activamente rechazar sus mentiras y mantenernos firmes en la verdad de Dios. La clave es someternos primero a Dios, confiando en Su poder y no en nuestras propias fuerzas.
3. Mantenerse Sobrio y Vigilante (1 Pedro 5:8)
Pedro nos advierte que el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar. Por eso, debemos estar siempre alerta y sobrios. Esto significa que no podemos permitir que nuestra guardia baje, sino que debemos estar constantemente atentos a las tácticas sutiles del enemigo. La oración, la lectura de la Palabra y la comunión con otros creyentes nos ayudan a mantenernos espiritualmente despiertos.
4. Usar el Poder del Nombre de Jesús
Los demonios tiemblan ante el nombre de Jesús (Santiago 2:19). En los momentos de mayor tentación o ataque espiritual, podemos invocar el nombre de Jesús para encontrar protección y fortaleza. El diablo no tiene poder contra aquellos que están cubiertos por la sangre de Cristo y que confían en el poder del nombre de Jesús.
Conclusión
Las artimañas del diablo son una amenaza real para todo cristiano. A través de engaños, tentaciones y distracciones, él busca destruir nuestra relación con Dios. Sin embargo, Dios nos ha dado las herramientas para estar firmes: Su Palabra, la oración, la armadura espiritual y el poder del Espíritu Santo. Nuestra tarea es reconocer los ataques del enemigo, resistir con fe y aferrarnos a la verdad de Dios. Si estamos firmes en Cristo, el diablo no tiene poder sobre nosotros.